miércoles, 22 de abril de 2009

La Pesca desde la Embarcación en el Mar.


Vivimos en un planeta de agua, más de 2/3 de la superficie de la tierra están cubiertas por agua, y a diferencia de los seres terrestres que nos movemos siempre en un plano y con sujeción a la tierra (hecha la salvedad de algunas aves) los seres acuáticos se mueven en todas direcciones, en todo el volumen de su elemento con lo que su hábitat es mucho mayor que aquel destinado a las criaturas de tierra. La inmensidad del océano así como su naturaleza de ser la fuente de la vida en este planeta, hacen del mar el lugar que alberga a las criaturas que han alcanzado las tallas mayores en la historia de este planeta, la densidad del agua que permite el autosustento de los cuerpos en ella sumergidos sin necesidad de soportarse en un punto y distribuir su peso en toda su masa, haciendo el desplazamiento más sencillo hace que el mar pueda contener a los animales más grandes y pesados; los más poderosos.
Por otro lado, la capacidad de los peces de crecer toda su vida, de no presentar en su metabolismo un periodo catabólico que les genere vejez y les diezme su talla y facultades, su natural instinto de supervivencia y espíritu luchador hacen que el medio acuático marino les permita crecer a tallas inusitadas e inesperadas, les permite un desarrollo más aya del que podrían tener en otro medio lo que en conjunción con la inmensidad del océano hacen del mar el mayor habitáculo del planeta, donde mayor variedad de seres y en mayores números coexisten.
El hombre desde su origen mismo ha sentido un profundo atractivo por el mar, ese gigantesco coloso de agua que encierra mil y un mitos y misterios, que es la puerta de la riqueza e inmensidad, que limita y separa al hombre de sus sueños y sus destinos, lo indómito de su carácter y lo pequeños que el y sus criaturas nos hacen sentir son los elementos que impelen al hombre a sus siempre fallidos intentos de conquistarlo.
La pesca es un deporte que lleva al hombre a enfrentarse con seres salidos de un medio que le es ajeno, que no comprende del todo y que desconoce aun hoy en día en su mayoría, la pasión que uno siente en su ser al ir a pescar no es solo debido a la belleza que la naturaleza representa, es ese ancestral temor reverente a lo desconocido que nos impulsa a desafiarlo, es ese amor por la aventura y pasión por el dominio de las bestias con la razón y la inteligencia, es la necesidad de imponernos al medio y a sus habitantes y más aun si ello es entablando la lucha que ennoblece al alma y renueva el espíritu. Es la ansiedad que genera el enfrentamiento con la naturaleza y con sus desconocidos habitantes.

Esa pasión se ve incrementada si el medio mismo en que se practica es el majestuoso océano, no solo por la pesca misma, o por la grandeza del mar, sino por el conocimiento de los leviatanes que en él habitan y el saber que las condiciones se vuelven más extremas, cada nervio y sensor que nos hace amar a la pesca se ve exacerbado en el mar y para poder enfrentarnos a el y a todo lo que representa y contiene, no podemos atarnos a nuestra condición terrestre, no podemos limitarnos a la frontera que la costa implica y nos vemos impulsados a violar sus dominios, penetrándolo con nuestra embarcaciones en busca de la máxima de las aventuras, la pesca en mar desde la embarcación.
La pesca en mar desde la embarcación es pues la práctica más peligrosa, fuerte y aventurada de este hermoso deporte y podemos practicarla cerca de la costa o en pleno mar abierto, de ambas formas se pueden tentar a bestias de proporciones mayores y sentir la adrenalina que sólo nos puede hacer sentir el canto del carrete cediendo línea y la caña curvada a su límite.
Esta sección está dedicada al pescador de mar desde la embarcación en cualquiera de sus estilos, ya sea en la práctica del troleo, el casteo, el fondeo, el brumeo o la pesca a la deriva, sea cerca de costa, en el manglar, en el arrecife o en pleno mar abierto y ya sea usando equipo ligero, ultraligero, pesado, medio, y/o en busca de especies de todas las dimensiones posibles, desde las pequeñas mojarras, chopas y ballestas hasta los colosos marinos como el marlin, atún, tiburones o meros, desde la poderosa pero fácilmente agotable barracuda hasta el imparable bonefish, todo pez marino representa un reto digo de ser enfrentado, comentado, conocido y difundido y para ello está dedicada esta sección.
No hay peces indignos o poco deportivos, no hay presa fácil ni aburrida, hay aparejos demasiado grandes y técnicas abusivas para la pesca de ciertas especies ya toda presa pescada con los parejos adecuados y la técnica indicada puede ser un gran oponente que ponga a prueba nuestras habilidades y conocimientos y nos haga pasar el más agradable de los ratos.
Bienvenidos pescadores a esta sección dedicada a la pesca en el más terrible y hermoso de los medios de esta tierra, el mar.